Las viviendas son uno de los bienes más comunes sujetos a embargos, ya sea por decisiones judiciales o por procedimientos de la Administración. Esta situación genera una duda habitual: ¿es posible seguir viviendo en una casa que ha sido embargada? En este artículo, aclaramos en qué circunstancias es viable hacerlo y cuáles son las opciones.
¿Es Posible Seguir Viviendo en una Vivienda Embargada?
Primero, es importante entender que, cuando hablamos de una vivienda embargada, nos referimos a un inmueble que tiene una orden de embargo, pero que sigue siendo propiedad del deudor porque el embargo aún no ha sido ejecutado. En este sentido, sí, es posible continuar viviendo en una casa embargada. A continuación, explicamos qué ocurre en diferentes situaciones.
1. Vivienda de Titularidad Propia
Si el deudor es el propietario de la casa embargada, podrá seguir viviendo en ella hasta que el proceso de embargo se complete y se adjudique el inmueble a un nuevo propietario. En el momento en que el embargo se ejecute y el título de propiedad cambie, el deudor deberá abandonar la vivienda. No obstante, si el nuevo dueño adquiere la casa con la intención de alquilarla, es posible que ambas partes lleguen a un acuerdo para firmar un contrato de arrendamiento, permitiendo así al deudor permanecer en el inmueble.
2. Vivienda en Alquiler
Para quienes habitan en una vivienda alquilada que está en proceso de embargo, la situación es diferente. Aunque el embargo se ejecute y haya un cambio de propietario, el contrato de alquiler seguirá en vigor. El nuevo dueño deberá respetar los términos del contrato hasta que finalice el periodo mínimo de vigencia. Sin embargo, cuando se cumpla este periodo y lleguen las prórrogas, el nuevo propietario no estará obligado a renovarlas. En ese caso, el inquilino podría verse obligado a abandonar la vivienda al vencimiento del contrato.
La Ley de la Segunda Oportunidad: Una Solución Frente al Embargo
Si tienes deudas que no puedes pagar y temes que te embarguen tus bienes, te recomendamos informarte sobre la Ley de la Segunda Oportunidad. Esta ley proporciona un mecanismo para que las personas físicas insolventes que cumplan ciertos requisitos puedan cancelar sus deudas y liberarse de la carga financiera.
Las principales ventajas de la Ley de la Segunda Oportunidad son:
- Paralización de embargos: Desde que se inicia el procedimiento, cualquier embargo sobre el patrimonio del deudor queda en pausa.
- Cancelación de deudas: Al cumplir con el proceso, el deudor puede obtener la exoneración de sus deudas.
- Limpieza de registros: Las personas exoneradas deben ser eliminadas de los registros de morosidad, como ASNEF y otros ficheros similares.
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